Hola Andrea

Me recibe con esa cara risueña, como si me conociera de toda la vida, su pelo, rubio, ondulado cae suavemente sobre su cara. Miro sus ojos cautivadores y me adentro en ellos como si rebuscara mi reflejo. Besa mi boca y me da la bienvenida.
Me gustas. Estoy bien contigo, me encuentro desinhibido y mi lengua no se traba cuando hablo contigo. Transmites dulzura y a la vez ternura, siento paz en este torbellino que vivo. Eso es lo que buscaba hoy, eso es lo que venia buscando desde hace días. Encontrar ese remanso de paz y de placer y desear que sea eterno. Qué cálidos son tus besos y tus abrazos, me siento rejuvenecer a tu lado. No sabes cuanto me has dado en un momento. Te lo agradezco Andrea, por haberme hecho creer que donde sólo había sexo, también había algo más. Un beso.