viernes, 9 de noviembre de 2007

Ángela de alas de plata y manos de terciopelo



Escúchame en silencio,
Te hablo para decirte, que
Soy tu ángel de la guarda, que
Te guía y te cuida,
Te observa y acompaña, que
Allí donde vayas, también yo voy.
Cuando te duermes yo te velo
Y cuando te despiertas, te consuelo.
Tu, por mi, no debes tener miedo, que
No tengo sexo.
Entonces, ángel de la guarda,
Ni me guíes, ni me cuides,
No me observes y no me acompañes,
No me veles, ni me consueles, que
Yo busco sexo.
Búscame, ángel, a una Ángela
de alas de plata y manos de terciopelo
con unos pechos de duras aureolas
y sexo caliente y húmedo , que
desfogue mis ansias de sexo,
en mis noches de vela.

3 comentarios:

Berta dijo...

Para nada, no queremos un ángel. Y menos sin sexo.
A mi de pequeña me intentaron enseñar a rezar el ángel d la guarda, me rebelé no quería me daba yuyu. Solo pensar que alguien silenciosamente me acompañara a todas partes, velara mis sueños, me expiara todo el día, me cuidara, que lo supiera todo de mí, me daban escalofríos.

Tu escogerás un ángel de sexo húmedo y caliente, de pechos suaves y turgentes… para desfogar tus ansias de sexo. Tu escogerás a tu ángel… y ella te dará placer.

Yo quiero un ángel q me acompañe no de manera silenciosa, q no me expié, con quien hablar, comprender, escuchar, reír, discutir, amar, para mil locuras, y canalizar mi pasión … Yo escogeré a mi ángel … y el me escogerá a mi.

mil petonets

la sonrisa :)

Mercè dijo...

Se tu mismo el ángel...y no temas encontrar tu ángela..seguro que sus alas revolotean a tu alrededor...

Un abrazo, amigo...

Vox dijo...

Gracias a las dos por vuestros ánimos.
Esperaré hasta encontrar a mi "Ángela de amor"